Conclusiones

 

La investigación sobre la huerta familiar urbana permitió reconocer que cultivar en casa no solo aporta alimentos frescos y saludables, sino que también fortalece valores como la responsabilidad, el trabajo en equipo y el respeto por la naturaleza.

Los resultados muestran que muchas familias, aunque no tienen una huerta activa, sienten interés por aprender y participar en proyectos de este tipo, lo que evidencia una oportunidad para seguir promoviendo la educación ambiental.

En general, las huertas urbanas son una estrategia poderosa para mejorar la calidad de vida, fomentar la sostenibilidad y fortalecer los lazos comunitarios. Más que un simple espacio de cultivo, son una forma de sembrar conciencia, esperanza y futuro verde dentro de la ciudad. 🌎💚